martes, 26 de febrero de 2013

Paperman

Acaba de ganar el Óscar a mejor cortometraje de animación y no me extraña en absoluto. Bajo la producción de los estudios de Disney-Pixar, y del siempre activo John Lasseter, el animador John Kahrs crea una historia simple, sencilla, cotidiana. La vida contada en siete minutos. El propio director ha dicho que el guión se le ocurrió allá por los años 90, y en él quería adentrarse en las vidas de personas que se cruzan cada día en los transportes, al ir a trabajar,... Personas que nunca se paran a pensar cual será el destino del otro, ni si se volverán a ver.

Con un dibujo sencillo, logra dar vida a personajes reales, en los que nos podemos ver reflejados a nosotros mismos. Alguna vez nos ha pasado el sentir algo hacia una persona y no decirselo en ese momento, y no saber si habrá otro momento? Supongo que a todos.

Cuenta la historia de un hombre que trabaja en una oficina con un jefe horrible que continuamente le ordena tareas (todo muy estereotipado) y una mujer que hace ofertas de trabajo. El tema del viento y el papel es clave, como todos los aviones que el hombre ha hecho van volando y es como si el aire quisiera juntar a ambos personajes.

Una obra maestra. Todo en siete minutos. Merece la pena.

lunes, 25 de febrero de 2013

85ª Gala de Premios Óscar

La edición 85 de los Premios Oscar que concede la academia de Hollywood fue de las más reñidas. Muchas películas premiadas en distintas categorías, pero con gran igualdad entre los nominados. Esto demuestra, que en el 2012 ninguna película ha destacado de forma clamorosa sobre las demás. Ninguna ha sorprendido a la Academia como si se ha visto en años venideros (con Hugo o The Artist). Los premiados en las categorías principales fueron:

- Argo (Ben Affleck, Grant Heslov y George Clooney): Mejor película.














- Ang Lee (La vida de Pi): Mejor director.



















- Daniel Day-Lewis (Lincoln): Mejor actor.



















- Jennifer Lawrence (El lado bueno de las cosas): Mejor actriz.



















- Cristoph Waltz (Django Unchained): Mejor actor de reparto.



















- Anne Hathaway (Les Miserables): Mejor actriz de reparto.



















- Quentin Tarantino (Django unchained): Mejor guión original.



















- Chris Terrio (Argo): Mejor guión adaptado.

















- Brave (Mark Andrews, Brenda Chapman): Mejor película de animación.

















- Amor (Michael Haneke): Mejor película de habla no inglesa.



















- Searching for sugar men (Malik Bendjelloul, Simon Chinn): Mejor película documental.














- Curfew (Shawn Christensen): Mejor cortometraje.



















- Paperman (John Kahrs): Mejor cortometraje de animación.



















- Mychael Danna (La vida de Pi): Mejor banda sonora original.



















- Adele (Skyfall): Mejor canción original.



















- Claudio Miranda (La vida de Pi): Mejor fotografía.














- William Goldberg (Argo): Mejor montaje.

sábado, 16 de febrero de 2013

Momentos duros

La pérdida de una persona querida es algo que realmente hasta que no lo vives no sabes exactamente como vas a reaccionar. Algunos, los más sensibles, no les da miedo llorar, porque al fin y al cabo es un acto de aprecio hacia esa persona, de que la recuerdas, de que la echarás de menos. Otros lloran cuando nadie les ve, por fuera enteros, por dentro destrozados. Otros simplemente explotan en el momento más insospechado.

Evidentemente, ante un fallecimiento la gente se lo toma de diferentes maneras: recordando momentos alegres con la persona fallecida, contando anécdotas o viendo fotos. Hasta explotar. A veces pasa hasta en varias ocasiones. La riqueza de una persona la marca uno mismo, no hay ninguna unidad que mida eso, pero el que te quiere por como eres, es quien de verdad importa.

Debe ser que me calaron muy profundos los versos de Jorge Manrique en "Coplas a la muerte de su padre", que es una maravilla de reflexión, o que estaba especialmente confundido ayer por como pasó todo, pero el caso es que aún no he explotado. Me lo estoy tragando todo y habrá un momento que lo suelte. Hasta entonces, prefiero recordar.

Al final fue una atea con entierro cristiano. Pero eso es lo de menos. Ahora ya no cree en nada. Solo es un recuerdo, tan vivo y tan potente, que es difícil que muera. Porque lo material muere, pero lo que dejas en los demás, en la realidad, que son las PERSONAS, es lo que persiste, lo que cuenta. Al menos en un periodo corto de tiempo. Porque dentro de un siglo quién se acordará de nosotros? No creo que mucha gente. Podrían acordarse de aquello que hagas en vida, eso si es importante y sirve para cambiar el mundo. Si no, olvídate. Solo somos polvo en el viento como decía el grupo de rock Kansas.

Está bien escribir esto escuchando Brothers in arms. Y al final, somos polvo que se irá y esa es la reflexión, el conflicto existencial que supone todo. El por qué? y sobre todo el para qué? La triste despedida y la metódica armonía que respiras al ver que al fin, está en paz. La misma paz que aquí no existe, allí la encuentras. La paz contigo mismo.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Nada nuevo

El gran héroe de la política en España y casi que en el mundo, no es de este siglo. Ni del anterior siquiera. Sin consultar antecedentes, el gran responsable del actual sistema político se llama Antonio Cánovas del Castillo. Un crack (en lo suyo).

Como mi profe de historia solía decir: Cánovas del Castillo era un hombre muy inteligente, pero al servicio de la burguesía. Este señor fue el primero que pensó un sistema político basado en el turnismo o bipartidismo, en el que dos partidos políticos van durante años repartiéndose el poder pero sin que ninguno haga cambios inportantes en  la forma de gobernar. De hecho el turnismo de Cánovas del Castillo iba acompañado del caciquismo, que era algo así como el amaño electoral que llevaban a cabo los caciques o terratenientes (recordemos que era una España rural). Además de un sufragio censitario, aunque esto podía variar según el partido que gobernara. De este modo, se conseguía que el sistema se mantuviera sin cambios, que era una de las grandes preocupaciones de la familia Borbón, que tan mal lo había pasado durante ese siglo con la llegada de Napoleón y con el Sexenio Democrático.

Estamos hablando del período de la Restauración monárquica en el siglo XIX, en pleno apogeo de la Revolución Industrial, y cuando además se están viviendo movimientos sociales muy importantes derivados del marxismo o del darwinismo. Lo que Cánovas quería era contener una posible oleada de protestas obreras y a la vez imponer un sistema en teoría dinámico, pero que acabó volviéndose repetitivo.

Los partidos eran el Conservador, liderado por el propio Cánovas del Castillo y el Liberal, liderado por Mateo Sagasta. Supuestamente este segundo era más progresista, aunque en la práctica se vio limitado por la Constitución de 1876 también fue Cánovas.

Esto no es más que un poco de historia, pero lo cierto es que hay muchas coincidencias entre el sistema de Cánovas y el actual. Para empezar, ambos son duraderos en el tiempo, de hecho, son los períodos de la historia de España en los que más tiempo se ha seguido manteniendo un mismo sistema de gobierno con una misma Constitución. También el tema de la corrupción, que en su tiempo consistió en amañar las elecciones, pero actualmente también está a la orden del día por los sobresueldos de partidos. Otro parecido, la poca diferencia entre los partidos que suelen gobernar. Cierto es que las medidas del PP son mucho más liberales y buscan favorecer a las empresas antes que a los trabajadores y que el PSOE pues hace medidas más sociales en las que se intenta favorecer menos al mercado y más al ciudadano, pero la diferencia no es abismal, ni se está continuamente cambiando la constitución. La posibilidad que contemplo es que en algún momento, la crisis actual llegue a un punto en el que afecte duramente a la clase media, entonces no sé que pasaría, pero desde luego la democracia tal y como los políticos la entienden actualmente peligraría. Pero es difícil, muy difícil que eso ocurra. Aunque halla esperanza.

Mi opinión es que el turnismo es solo otra forma de control social. Otra forma de asegurarse el poder. actualmente. Algo que no es nada nuevo. En la Transición precisamente se "pactó" implícitamente un sistema en el que no hubiera gobiernos radicales de cualquier ideología. En el que se mantuviera un status quo político. Un sistema bipartidista. Esa fue la solución que encontraron. Pero no solo en nuestro país, en EEUU se lleva haciendo desde antes y en las "democracias" actuales es algo habitual. En todo o casi todo el mundo, existe el bipartidismo. Es la forma más sencilla de dirigir al rebaño.

La mayor dificultad que nos genera esto a los ciudadanos es que no podemos entrar en política y asegurarnos una victoria electoral sino pertenecemos a uno de estos partidos. Y por esto, es tan difícil cambiar las cosas. La organización ciudadana tiene que ser muy grande y se tienen que dejar de lado anticuados principios y pensar solo en el cambio, algo que se antoja difícil con algunas personas de mente cerrada. De hecho, la clase media, la de principios férreos, aquella a la que la crisis no le afecta de manera tan aguda como para lanzarse a la calle, es lo que actúa de pinza que evita revoluciones. El mejor invento de la democracia.

Recomiendo la lectura de Rousseau, que me parece un autor clave tanto en política como en sociedad, no solo por lo que decía y como lo decía (se desligó de la Ilustración y fue uno de los iniciadores del Romanticismo) sino también por su originalidad. Un autor que pensaba más allá de aquello que conocía o que había visto. Por eso también es un autor que influiría en Hegel o en Marx.

Con lo anterior solo quiero decir que lo impuesto es exiguo para muchos, viejo, anticuado, tradicional, mejorado y modernizado e incluso camuflado, pero es lo mismo. Los partidos políticos hablan muy bien y dicen cosas muy bonitas, pero solo tienen como objetivo el beneficio, la palabra mágica en el capitalismo y por ende en el mundo. Es complicado poner al mundo de un lado, sin que haya enfrentamientos. Pero en serio, un resumen de la obra de Rousseau abriría muchas mentes. O eso creo.

domingo, 3 de febrero de 2013

Cast away

Vuelvo con otra recomendación cinematográfica, esta vez se trata de una película hecha por y para el lucimiento de Tom Hanks. Se trata de Naúfrago, dirigida por Robert Zemeckis (Forrest Gump), que a mi siempre me pareció un gran director, en esta ocasión también productor junto a Hanks.

Cuenta la historia de Chuck Noland, empresario de Memphis que trabaja en FedEx y un obsesionado con su trabajo, al que dedica la mayor parte de su tiempo, con lo que apenas le dedica tiempo a su novia (Helen Hunt). Durante uno de sus viajes, el avión que le transporta se estrella en pleno océano siendo el único superviviente del accidente y llegando hasta una isla desierta, que le atrapará debido a los pocos medios de los que dispone. Un Robinson Crusoe del siglo XX.

Un drama en el que cobra gran importancia el sonido del mar y de la isla, que muestra una desesperación en el protagonista, la soledad, la dificultad de vivir sin medios,... El problema de la soledad lo resuelve creándose un "amigo imaginario" (un balón de volleyball) al que llama Wilson y al que trata como si fuera una persona con la que discute y cuenta sus secretos. Cuando huye de la isla, se lo lleva con él y el balón cae d la embarcación. Chuck intenta alcanzarlo, pero no puede hacerlo y el balón desaparece quizás en una de las más espléndidas y dramáticas escenas de la película. La música, a cargo del gran Allan Silvestri, también ayuda y mucho en estas escenas de la película.

Está bien pensado también (y esto fue idea de Hanks) que el personaje fuera un ejecutivo de FedEx que recorre el mundo enseñando a los trabajadores de la empresa la importancia de la planificación y del tiempo, lo cual le ayuda a sobrevivir cuando está en la isla. Porque el tiempo es lo más importante para Chuck Noland, pero pierde seis años de su vida en esa isla, y esto le lleva a recapacitar y mucho de hacia donde quiere conducir su vida.

Interesante es también que hay un paquete de los que encuentra en la orilla de la isla que nunca llega a abrir ni se revela su contenido. Esto es porque tiene unas alas dibujadas con relieve que a Chuck le dan la alegría para seguir adelante.