He pasado
demasiado desapercibido,
atraído por
lo insalubre de los vicios,
por las
aburridas tardes de domingo.
Puede que
la vida nos ponga en nuestro lugar,
pero a mí
nunca me dice
en dónde me
piensa ubicar.
Tiene
tantos caprichos esta vida,
que nunca
estás contento con lo que tienes,
que son
otros los que paladean los placeres.
Y de la
envidia solo nacen los problemas,
generados
por un desafortunado sistema
borracho de
egoísmos y de ausencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario